martes, noviembre 14, 2006

El seguidor del Fondo


Alli esta cada domingo fiel a su cita. Hace años que ocupa ese lugar, segunda fila, asiento cientocuarenta y tres, esquinado, el banderin de corner es su compañero desde no se acuerda cuantos años. El peor sitio para ver el futbol, a ras de suelo, expuesto al viento, la lluvia, el frio y el sol. Al fondo, en la lejania, la porteria donde las jugadas se intuyen mas que se ven.

Desde que se abono a su equipo que ha ocupado esa posición. Antes lo veia de pie, ya se sabe que los fondos eran, y son, los lugares mas baratos para un abono. Hace años unos energumenos hicieron de los fondos de los estadios sus fortines para insultar y vejar a todo el que se pusiera por delante. Estuvo a punto de dejar de asistir al futbol, su economia no le permitia cambiar el abono por otro en un lugar mas tranquilo. Aguanto las bravuconerias de aquellos que escondidos en la masa se enorgullecen de unos colores que ni sienten ni defienden. Alguna vez incluso osó increparlos para que moderaran sus acciones, solo consiguio la indeferencía y algún que otro improperio.

Varios años duro esa situación entre intermitentes y timidos intentos de la Directiva del club de poner fin a esos desvarios de los radicales. Al club le interesaba esa actitud de unos supuestos fieles seguidores, incluso algún que otro jugador del equipo les financiaba, a saber si por simpatia o por temor.

Por fin hubo alguien que decidio acabar con esas actitudes en los campos de futbol. Un primer intento fue la de eliminar esos fondos de pie sentando a todo el mundo. Eso supuso el aumento de los abonos y a punto estuvo dejar de nuevo a nuestro aficionado fuera de los estadios. Tras un apurado estudio de su economia, quitar de alli, privar de aqui, consiguio pagar su primer abono sentado tras mas de cuarenta y dos años de estar tres horas de pie cada domingo.

Antes llegaba una hora antes al campo, dos si el rival era de campanillas por las apreturas. Se acodaba en una de las barandillas del fondo. No habia lugares reservados, pero una ley no escrita hacia que siempre se ocupara la misma posicion, el apoyarse en la barandilla era un signo de veterania que se respetaba sin rechistar, y que a le costo no pocos años llegar a ese lugar de privilegio. En "su" barandilla siempre eran los mismos, se forjaban unas amistades de domingo mas solida de las que se podia tener con gente del entorno cotidiano. Esas horas de espera hasta el pintido inicial eran de charla futbolera o de confidencias personales con el vecino de al lado, que con el tiempo se habia convertido en un intimo de los domingos.

LLeva catorce años en aquella esquina perdida del campo, aguantando el mismo sol, el mismo viento, la misma lluvia (ahora llueve menos que antes) y el mismo frio, pero ahora jubilado y sentado sin los amigos de los cuarenta y dos años que estuvo en la grada de pie y que se han ido yendo, unos para no volver nunca mas, otros pocos, a lugares mas comodos del campo y la mayoria se quedan en casa para ver comodamente el partido por television .

Ahora llega diez minutos antes al campo, se sienta en su lugar, saluda timidamente a los compañeros de grada, que cada año cambian, se cala su gorrito de lana y espera a que su equipo gane. Ya no cuenta confidencias y apenas habla con los socios de su entorno. Ahora va al futbol, antes iba a vivirlo, comentarlo, disfrutarlo y saborearlo con los chascarrillos propios y ajenos. Ya no hay caña con los compañeros de grada tras el partido, ahora todos corren apresurados a sus hogares para poder ver el partido del Plus por la television. El no tiene prisa, no puede permitirse el lujo de abonarse al Plus. Lo ha pensado muchas veces, darse de baja del abono y pagar mensualmente la parabolica, pero a pesar de estar sentado y no tener la añorada barandilla donde apoyarse, de no contar con lo fieles amigos de los domingos, de pasar frio, calor, mojarse a menudo y a pesar de que los goles de la porteria del fondo ya no los ve bien, en realidad nunca los habia visto bien, ademas, ahora es como si se la porteria se hubiera ido varios metros mas alla. Prefiere estar en el campo, respirar el olor a hierba humeda y mal ver el partido, a veces piensa que esta solo en el campo, el unico que sigue alli fiel como el, a pocos metros como los ultimos cincuenta y seis años es el banderin del corner, tieso, recto, estoico, inmovil.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

muy buen blog, sí señor!!

11:26 a. m., noviembre 22, 2006  

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